lunes, 6 de octubre de 2014

Super empate



La 193° edición del clásico entre River y Boca se vivió a puro dramatismo y emoción bajo una intensa lluvia. Magallán abrió la cuenta para el xeneize a los 22 del PT, mientras que Pezzella lo igualó a 15 del final para cerrar el 1-1. Mora falló un penal, mientras que Fernando Gago y Ramiro Funes Mori se fueron expulsados


Luego de que el agua no paró de caer en la mañana, tarde y también durante el transcurso del encuentro, la cancha se presentaba en muy mal estado.
Las condiciones claramente no eran las normales para disputar el superclásico y por estas misma el juego fue muy trabado en su desarrollo, la pelota corría con poca claridad y en varios sectores de la cancha se frenaba por la acumulación de agua.
Ambos equipos intentaron trasladar el balón por los costados, abusando de pelotazos ante el temor de dejar corto algún pase.  Por el césped mojado, muchos jugadores no alcanzaban a frenarse y cometieron varias infracciones.
Sobre los 22 minutos de la primera etapa Carrizo se hizo cargo de un tiro libre en tres cuartos de cancha, tras un envío llovido al corazón del área, Lisandro Magallán le siguió el pique a la pelota y la acompañó con su pie derecho para marcar la apertura del marcador.
Luego del gol, el conjunto millonario puso en apuros al xeneize, que perdió el control de la pelota y por momentos del partido. Los de Gallardo salieron en busca del empate con más gente y presión en el área rival. Mercado lo tuvo de cabeza a los 30′ tras un córner y su remate dio en el palo.
Cuando faltaban 5 para irse al descanso, el árbitro Vigliano cobra una inexistente mano de Fernando Gago dentro del área, luego de tapar, un tiro de Ariel Rojas. El capitán de Boca, quien se fue expulsado en esta acción, había tocado la pelota con la cabeza y luego con el pie, aunque que al juez lo confundió que la mano izquierda la tenía muy cerca de la cara.
Del penal se hizo cargo Rodrigo Mora. El uruguayo elevó su remate por encima del travesaño y de alguna manera se hizo justicia.
Para el segundo tiempo los entrenadores movieron el banco y el equipo en su orden táctico. En el local ingresó un delantero como Lucas Boye en lugar del amonestado Vangioni, tratando de aprovechar el hombre de más. Por la visita, el Vasco Arruabarrena ordenó la defensa con la variante de Emanuel Insua por Federico Carrizo.
Con una defensa sólida fue la clave el sacrifico de su delanteros, Calleri y Chávez, más la subida de Meli para oxigenar el fondo boquense.
Marcelo Gallardo leyó bien el partido y sobre los 30 hizo ingresar a Germán Pezella y Augusto Solari para tratar de que con centros poder batir a Orión. Tres minutos después de haber ingresado el defensor devenido en delantero conectó de cabeza, el uno de Boca dio rebote y nuevamente Pezzella ahora con su pie derecho marcó el empate.
Los últimos minutos fueron muy vibrantes, a los 38′ Funes Mori le fue muy fuerte a Meli y a partir de allí los dos quedaron con diez hombres. Boca fue en busca de la hazaña. Chávez lo tuvo en el final en en mano a mano con Barovero sin embargo definió débil y se fue contra un palo. River también pudo ganarlo en la última con un cabezazo defectuoso de Boyé.
El 1-1 fue un justo marcador y reflejó lo hecho por los dos equipos en cancha. Boca suplió el hombre de menos con mucho sacrificio tras la equivocación de un mal arbitraje de Mauro Vigliano, mientras que River nunca bajó los brazos estando abajo en el resultado y fue en busca del arco rival hasta el último minuto.
Martín Esrequis

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