Amistoso
Internacional
De otro
planeta
Messi deslumbro en una tarde gloriosa que
quedara guardada en la historia del crack argentino. Con una argentina
desconcentrada pero con su 10 brillante levantó en dos
oportunidades el resultado adverso y ganó por 4 a 3 el superclásico al sub 23
de Brasil en Nueva Jersey.
Por
Martín Esrequis
El partido empezó complicado para una selección Argentina que
no logra afianzarse en la línea defensiva, no muestra seguridad a la hora de
las salidas ni en los momentos donde deben marcar y frenar los ataques rivales.
Los mismos jugadores reconocieron esto, que “a pesar que la victoria tapa todo lo malo
hay muchas cosas para mejorar”.
Hay que destacar el juego de Messi, sin él Brasil se hubiera
llevado la victoria tranquilamente. La “pulga” se transformó en bombero de un
equipo que estuvo muy lejos del nivel de juego demostrado en el Monumental hace
tan solo una semana.
Con un Neymar encendido y sumado a la fuerza y velocidad de
Damiao y Hulk, cada ataque rival complicaba a la defensa argentina: Clemente Rodríguez
y Zabaleta perdían sus respectivos duelos por las bandas con facilidad y a la
dupla central le falta afirmarse.
Un error en Brasil fue jugarse completamente en ofensiva e
intentar al achique en defensa para dejar en fuera de juego a los veloces
delanteros Argentinos. Los dos primeros goles celestes y blancos fueron
rompiendo la línea de defensores brasileros muy fácilmente, primero con un pase
de Higuaín y otro de Di María, habilitaron a Messi para que defina ante la
salida del arquero Rafael.
La segunda etapa se jugó mucho en el área defendida por
Romero, el partido era de ida y vuelta con ataques verticales de la
verdeamarella y algunas que otras contras de Argentina, tanto que a los pocos
minutos Oscar marcó el empate en dos, tras un pase de Damiao.
Brasil manejo la pelota la mayor parte del tiempo, creando
mas situaciones de peligro bien resueltas por Romero que mas allá de fallar de
groso modo en el tercer gol de Brasil, detuvo varios remates y achico siempre de
la mejor manera.
Federico Fernández conectó de cabeza un corner del “Kún”
para el 3 a 3. El central ya había avisado el sábado pasado contra Ecuador.
El broche de oro lo hizo quien más sino ÉL- Leo encaró desde
el extremo derecho a la altura de la mitad de la cancha con la marca de Marcelo, lo eludió sin
dificultad y en velocidad recorrió más de 40 metros con la pelota atada al pie, se
perfiló para la zurda ante la presencia de Sandro y la colocó al ángulo del
segundo palo dejando sin chances al guardameta. Luego de allí fue a festejar el
gol con todo el banco de suplentes e insólitamente se le cae el cartel luminoso
de publicidad raspándole el muslo, quizás, alguna cicatriz le quede para no
olvidar nunca más este partido estupendo.
Bien gordoo, me gusto tu analisis
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